Génesis/Bere’shit (6)
El Divorcio.
El Divorcio.
En Génesis no se habla del divorcio, porque el plan original del Creador es que la relación de pareja fuera para toda la vida; pero como fue Él quien lo instituyó, igualmente era Él quien debía autorizar la disolución de la unión como lo vemos en Deuteronomio 24.
Mucho se ha discutido sobre las causales para solicitar el divorcio, y de si el divorciado puede buscarse una nueva pareja. De acuerdo con Deuteronomio 24, consumada la disolución SI puede haber nueva pareja.
Lamentablemente hoy el divorcio es algo demasiado común, antes eran los de la farándula quienes lo hacían con frecuencia, casi que como cambiarse de ropa; pero hoy es una pandemia. En Venezuela más del sesenta por ciento (60%) de parejas se divorcian, sin contar con los que no lo hacen; pero están separados, o los que viven bajo el mismo techo, mas no hacen vida común.
Recuerdo hace cincuenta años, uno de los primeros divorcios que se dio en la organización evangélica en la que pastoreaba, fue por mi recomendación y, debido a mi juventud e inexperiencia, fui duramente criticado. Hoy, sin embargo, lamentablemente en las agrupaciones evangélicas el divorcio es un flagelo.
Creo que no se debe establecer pautas, pues cada caso es eso, un caso; de donde debe ser tratado con cuidado al momento de recomendar o no el divorcio.
El maestro de Nazaret, vale decir Yehoshúä, indicó la única causal que creo yo, es válida para consumar un divorcio: “la dureza de corazón”. Porque en caso de infidelidad, el perdón y la reconciliación son válidos, aunque sé que la mayoría dirá que no; pero si el profeta Oseas lo hizo (aunque sé que lo de él fue una enseñanza del amor del Di-os por Su pueblo Israel), se puede hacer. He sido testigo de que es posible.
Pero hasta ahora no hay ningún tratamiento para “ablandar” el corazón de manera que la convivencia que ha sido rota se pueda restituir.
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