martes, 30 de marzo de 2021

El satán (las 3 partes) por el Nasi Malakh Ben Asher Finol.






 El satán

Este tema está relacionando estrechamente con el anterior, el infierno, e igual que aquel, es manejado con mucha tradición doctrinal; pero con poca base bíblica, o desconocimiento de lo que la Escritura, especialmente en su idioma original, dice al respecto.

Hace tiempo, en una conversación, por no decir discusión, alguien me dijo que desde Génesis a Apocalipsis se habla de este “personaje”, le concedí la razón siempre y cuando me mostrara un versículo por cada libro de la Biblia donde se mencionara. Me dijo que lo iba a hacer, de eso hace como dos años; debe ser que se le olvidó, o que, al no encontrarlo, dejo al asunto a un lado.

En el TaNaJ (Antiguo Testamento) la palabra satán aparece veinticinco veces, en seis de los treinta y nueve libros. En la versión castellana los traductores fueron muy sutiles, para no decir una palabra más fuerte, al traducir, porque cuando se refiere a una persona de carne y hueso, escribieron enemigo o adversario (1º de Reyes 5:4;11:14,23, 25); y cuando les convenía por razón de su doctrina, transliteraron y escribieron con mayúscula la palabra, para que se viera como una persona espiritual. Así fue en el libro de Job, catorce veces; Primero de Crónicas, una vez (21:21); y Zacarías, dos veces (3:1, 2).

En esos tres casos, Job, 1º de Crónicas y Zacarías, hay que verlo como lo enseña la teología hebrea, es el adversario personal de Job, David y el sacerdote Yehoshúä, que se presenta ante el tribunal celestial como acusador de tales personas. Me explico, cada ser humano tiene su hasatán, que se encarga de  acusarlo; pero no que hay un ser espiritual omnipresente y omnisciente (eso lo convertiría en un dios), encargado de acusar a toda la humanidad.

Eso sin contar con que el hebreo aparece con artículo (ha), y a los nombres propios no se le antepone un artículo, como en el presente caso.Hasatán (2)

“El paga peo”

Hace tiempo un pastor amigo me invito para que expusiera el tema sobre hasatán o diablo en su iglesia. Para establecer la estrategia a seguir en la enseñanza del tema, comencé preguntando qué era para ellos eso. Las respuestas fueron, como era de esperarse, el cliché conocido: “el enemigo de Dios”, además de malo, bruto, pues a quién se le ocurre ser enemigo del Todopoderoso. “El enemigo del hombre”; el tentador, de eso hablaremos en la próxima entrega. Hubo una respuesta curiosa y que causó risa: “el paga peos”.

Le pedí a la persona que explicara lo que quería decir con eso, y su respuesta fue la que se maneja para evadir responsabilidades: “nosotros pecamos, pero le echamos la culpa a él; por eso lo llamo el apaga peos, porque el peo que nosotros ocasionamos con nuestros pecados, él los paga”.

La respuesta causó risa, pero es la mera verdad. Recuerdo una vez que un amigo y yo jugábamos dominó con unos amigos, y de pronto su hija, una niña de unos cinco años se presentó a la escena; él la regañó y le dijo que le había prohibido cruzar la calle porque era peligroso. La niña le respondió: “el diablo me dijo que viniera”. Por supuesto, la niña estaba reproduciendo lo que en su casa y en la iglesia veía y oía.

Quizás esa sea una de las razones por las cuales muchos se resisten a aceptar la verdad de que él no existe, porque luego no tienen a quien culpar por sus errores y pecados; pero creo que ya va siendo tiempo y hora de asumir nuestras responsabilidades, y en vez de echarle la culpa a algo inexistente, aprendamos como David a decir: “He pecado”.

Por cierto hay un chiste de alguien que se encontró con el diablo sentado en el piso llorando, y al interrogarlo por el motivo o causa de su llanto respondió: “es que los humanos pecan y luego me echan la culpa a mi”. El mismo paga peo.

Hasatán (3)

El Tentador

Una de las acusaciones más comunes contra ese inexistente ser es la de que tienta al hombre; sin embargo, hay dos testigos: Pablo y Santiago, quienes dicen de donde viene la tentación. Y como la Biblia enseña que en boca de dos testigos conste toda palabra (Mateo 18:16), debemos escucharlos.

Santiago 1:13-15 dice: “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de SU PROPIA CONCUPISCENCIA es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, a luz el pecado…” Interesante que este sabio judío no dijo que el diablo tienta, y aquí hubiera cabido perfectamente tal aseveración, si eso fuera cierto.

Por su lado Pablo en Primera a Corintios 10:13 afirma: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana…” Aquí cabe decir lo mismo que en la porción anterior, fácilmente pudo decir las tentaciones vienen del diablo; pero no, dice que las tentaciones son humanas.

En eso Pablo es consecuente, pues como maestro judío, donde se enseña sobre el Yatser haRa’, inclinación al mal, lo que en la teología cristiana llaman vieja naturaleza o tendencia al pecado; escribiendo a los Romanos dice: “Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago, sino el pecado que mora en mi” -Yatser haRa´- (Romanos 7:19, 20).

Entonces, estimado lector, aprendamos a reconocer nuestra inclinación al mal, y no nos escudemos en algo inexistente.

Gracias por leerme.


Superstición por el Nasi Malakh Ben Asher Finol.

 




Superstición

El Diccionario define esta palabra así: “a creencia contraria a la razón que atribuye una explicación mágica a la generación de los fenómenos, procesos y sus relaciones sin ninguna prueba o evidencia científica”. Lamentablemente hay quienes confunden superstición con fe o espiritualidad, de manera que quienes no comulgamos con tales ideas somos mal vistos y se nos califica como herejes.

Tenemos un relato bíblico que ilustra lo que es superstición mezclado con espiritualidad. Me estoy refiriendo al evento de cuando los israelitas fueron derrotados por los filisteos, ellos pensaron que la derrota había sido ocasionada por no haber traído consigo el arca, razón por lo cual trajeron ese significativo mueble al campo de batalla.

Los filisteos al enterarse de que los israelitas habían hecho eso dijeron: “Ha venido Dios al campamento. Y dijeron; ¡Ay de nosotros! Pues antes ahora no fue así… Esforzaos, oh filisteos, y sed hombres…”     (1º de Samuel 4:*). Estos pelearon con más ímpetu, y no sólo Israel fue derrotado, sino que el arca fue capturada por los filisteos.

Los israelitas estaban viendo el arca como un amuleto, eso es superstición, y más bien fue contraproducente, pues, como ya quedó dicho, los filisteos se esforzaron con el resultado ya indicado. Hay gente que deja la biblia abierta en el Salmo 91, pensando que así Dios impedirá que ingresen a esa casa malos espíritus; pero siguen viviendo una vida desordenada, con las consecuencias imaginables. Otros se atan una cuerdita roja en la muñeca para evitar “el mal de ojo”, y lo peor es que ellos dicen que es efectivo.

Amigo que me lees, examina tu vida y observa si no estarás realizando algunas prácticas supersticiosas, pensando que con eso agradas al Eterno y eres espiritual.

Cuidemos la vista por el Nasi Malakh Ben Asher Finol

 




Cuidemos la vista


La vista es uno de los cinco maravillosos sentidos con los que el Creador nos dotó; es grandioso poder ver la magnitud y los colores de las cosas que nos rodean, por ello debemos darle gracias a Él por la vista, a la vez de ser cuidadosos con ella.

Génesis 3:6 nos dice: “Y VIO la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar sabiduría; y tomó de su fruto, y comió…”. Como puede verse, según el relato bíblico el inicio del pecado en el mundo comenzó por… la vista.

La primera derrota que los israelitas sufrieron en su campa de conquista fue por la vista. Veamos: “Acán respondió a Josué diciendo: ‘Verdaderamente yo he pecado… pues VI entre los despojos… lo cual codicié y tomé;” (Josué 7:21).

El problema de Sansón también radicó en la vista. “Descendió Sansón a Timnat, y VIO a una mujer de las hijas de los filisteos. Y subió, y lo declaró a su padre y a su madre, diciendo: ‘Yo he VISTO…” (Jueces 14:1, 2). “Fue Sansón a Gaza, y VIO allí a una mujer ramera, y se llegó a ella” (16:1). Cuando los filisteos le sacaron los ojos redimió su pecado de ver (16:21).

El gran pecado de David también fue por los ojos, “Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y VIO… y envió David mensajeros, y la tomó… (2º Samuel 11:2, 4).

Para evitarnos el problema que ocasiona ver, el Eterno dio el siguiente mandamiento: “No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer te de prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo” (Éxodo 20:17).

Un sabio judío hablando de este tema dijo: “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” -no mencionó al diablo- (1ª de Juan 2:16).

De ahí el título de esta presentación, Cuidemos la vista.

sábado, 6 de marzo de 2021

Comunidades Emergentes: La Generación Perdida

 

Comunidades Emergentes: La Generación Perdida


Por Rafael Talmi




Amables lectores:


El hasta hoy muy difícil camino transitado durante el siglo 21 por las Comunidades Judías Emergentes en Colombia, requiere de urgente reingeniería. Entre otras fatalidades, están prendidas las alarmas por la desaparición de algunas comunidades de provincia, y en otras el inicio de la deserción entre la juventud y también de sus comunitarios.


Es tan angustiante el panorama que, si no reaccionamos, la generación de nuestros nietos terminará sepultando el sueño de tener nuestra descendencia de herederos judíos. A las comunidades emergentes también nos amenaza la asimilación.

El barco de estas familias de conversos al judaísmo que nacieron y/o crecieron en este siglo 21, que no tuvieron un marco institucional reconocido donde vivirlo y no lograron viajar a Israel, empieza a hacer agua.


Su única realidad fue la religiosidad de la sinagoga. Soñamos, y no fue más que eso, un sueño estéril de un proyecto de vida en Israel que no se materializo. No supimos o no pudimos ampliar el círculo social de amigos judíos, no logramos el acceso de nuestros jóvenes a los Juegos Macabeos, ni al Plan Taglit, ni formación sionista. Sus sueños de ir al Ejecito Israelí ya desaparecieron. Se esfumó el anhelo de su bachillerato y formación universitaria en Israel, de impregnarse de la cultura judía, y hoy sólo los abraza la frustración y la desesperanza.


Ha sido triste ver que nuestros jóvenes crecieron y, no habiendo con quien más, empiezan a casarse, juntarse, o convivir con parejas goím, al igual que lo hacen los conversos divorciados, solteros, viudos… en fin. Es tan angustiante el panorama que, si no reaccionamos, la generación de nuestros nietos terminará sepultando el sueño de tener nuestra descendencia de herederos judíos. A las comunidades emergentes también nos amenaza la asimilación.


Por otro lado, además de la generación perdida, no tenemos avances fundamentales que nos permita tener una Visión de Futuro. Nadie sabe qué hacer, no hay reglas para definir un camino ni con las comunidades tradicionales ni con el estado de Israel. Es paradójico ver que nuestra puerta de entrada al mundo judío fue la religión, y es precisamente el religioso señor Ministro del Interior de Israel el que impide la aliyáh a los emergentes.


A pesar de varios años de fidelidad, lealtad a la Toráh y al mundo judío, hoy se nos oponen en Colombia las comunidades tradicionales, y en Israel la Rabanut, la Sojnut y el Ministerio del Interior. Palabras más, palabras menos, tenemos en contra el mundo judío en general.


Es claro que nuestros contradictores externos no son otra cosa que el reflejo de nuestros enemigos internos, y por eso el proceso requiere, desde ya, urgente reingeniería interna y externa. O nos reinventamos o desaparecemos. Seguir haciendo lo mismo no dará resultados distintos. Hay que repensar la post-pandemia, que también ha sido mortal a nuestros intereses, pero hay temas que se pueden ir adelantando, sobre todo en organización.


Insisto en que es clave la unión en la Sinagoga y entre Sinagogas. Los egos, los orgullos, las ansias de poder, la envidia, los celos, la lashón hará, el motzi hará, nos ha hecho judíos de corazón duro, y la consecuencia de ello es la separación. Ya aprendimos que solo religiosidad no es lo que nos une. El verdadero pegamento para unirnos es haKadosh Baruj Hu, el Creador del Universo, y a EL solo llegamos a través de la kabaláh. Luego, si en realidad queremos unirnos, tendremos que incluir en nuestras sinagogas, además de los temas normales, el estudio de los Secretos del Zohar, el rezo con Kavanáh y la Meditación Kabalística para buscar realmente conocerle, admirarle y amarle. Sólo así lograremos un corazón tierno común que nos unirá y permitirá superar nuestras necesidades colectivas.


A nivel interno, es clave renovar las directivas en cada comunidad por miembros con visión y liderazgo y, a la vez, definir y/o retomar los programas de desarrollo de cada comunidad con el propósito de consolidarla en tiempos definidos, con metas a corto, mediano, y largo plazo.


A nivel externo, y es nuestra mayor falencia, es fundamental la unión para formar una única institución que nos represente, capaz de unir a la mayoría en una sola entidad, aprendiendo de las lecciones del pasado, y cuyo liderazgo pueda hacer el trabajo de integrar definitivamente todas nuestras comunidades, y no solo cuatro, en el mundo judío.


Ya tenemos dos experiencias fallidas al querer asociarnos, ambas atrapadas por la religiosidad. Una es la ACIC, que nunca pudo lograr la unidad y que durante los últimos años estuvo moribunda en angustiosa agonía, hasta que su inactividad apagó su luz. Y la otra, Kóaj, que nunca salió de la mente de otro religioso que la ideó. Las dos en la práctica desaparecieron.


Todos hacen falta en una comunidad; líderes, laicos, religiosos y comunitarios. Líderes programando y cumpliendo metas, y religiosos dedicados a enseñar Toráh, pues estos no tienen suerte ni visión como líderes comunitarios.


Este panorama actual, muestra nuestros fracasos en la forma y en el fondo. En la forma porque el método con nuestros familiares fue la fatal imposición religiosa. Y en el fondo, porque partimos de premisas equivocadas, luego la conclusión del silogismo de nuestra vida judía, fue este desastre de comunidades desaparecidas, con la deserción entre la juventud y comunitarios adultos, entre otros temas.


Estamos enfocados en esperanzas absurdas que pensamos nos abrirían las puertas de par en par. Vivimos pendientes de si las nuevas elecciones en Israel traerán un nuevo gobierno, con ministro del Interior no religioso, de mente abierta hacia los guerim colombianos para abrir la aliyáh, y eso no ocurrirá en los siguientes años. Creemos que las soluciones están en manos del Rabino Tal, o en tal institución. Craso error. Las soluciones están sólo en manos del Creador.

El proceso implica identificar y corregir paradigmas equivocados, y plantearnos premisas verdaderas para idear y ejecutar un Proyecto de Propósito hacia el futuro, y aprender que:


1. Las metas que anhelamos solo serán posible si contamos con la aprobación del Cielo.


2. Nuestros problemas no se solucionan en este mundo. La solución está en el Mundo de la Unidad, en el Mundo Espiritual, y solo los estudiantes de kabaláh saben hacer esa unión.


3. La integración de nuestras comunidades al mundo judío tradicional en Colombia, al Estado de Israel y la aliyáh, dependen únicamente del Creador. Algo no hemos hecho bien con EL para que no hayamos logrado nada.


4. El fortalecimiento comunitario en todas las áreas será la consecuencia del Crecimiento Espiritual, y este se da sólo con el conocimiento de los Secretos del Cielo.


5. La formación de nuestros jóvenes y, por ende, nuestras comunidades, debe ser parte de nuestra Visión de Futuro; debe ser integral para hacerla con pasión, emoción, inteligencia y espiritualidad en todos los campos: Crecimiento espiritual, conciencia elevada, corazón tierno, idioma hebreo, política, virtud, diplomacia, hasbará, religión, Estado de Israel, cultura, sabiduría, patria, historia, tradición… educación continuada. No solo religiosidad.


La reingeniería de nuestras comunidades emergentes requiere un liderazgo renovado con Visión de Futuro. O actuamos… o preparémonos para otra generación perdida que pudiera ser, חס וחלילה - jaz vejalila - el Cielo no lo permita- la última con nuestros nietos.


Nuestro reto es pues, apostarle a la educación integral, preparar la generación que sigue para continuar consolidando nuestras comunidades con éxito, y tomar conciencia de que la tarea por delante es dura, de largo aliento, de varios años… y de la mano del Creador.


Si nada de esto funciona, si persistimos en el error de brindar a los comunitarios una única realidad religiosa en la sinagoga, se agravará este caos, y la muy menguada generación de relevo tendrá que reinventarse de nuevo, y nunca olvidar que aprendimos con dolor, que las metas que anhelamos, solo serán posibles si contamos con la aprobación del Cielo.



https://www.valijadeapocrifos.com/post/comunidades-emergentes-la-generaci%C3%B3n-perdida?fbclid=IwAR13Myq3DPI1BxqYh1h_wCKZRJcyI8Yj1YnhTMFvK8wbGTW5_G4j2A-h_DY