Génesis/Bere’shit (10) La Embriaguez de Noé. analisis por el Nasi Malakh Ben Asher Finol (Nelio Finol)

 

Génesis/Bere’shit (10)
La Embriaguez de Noé.

La Biblia no es muy específicas al describir la pecaminosidad del hombre en los días de Noé, pues dice: “Viendo los hijos de Di-os que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas (promiscuidad) …Estos fueron los valientes (violentos)… Y vio el Señor que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:2, 4,5).
No se menciona la embriaguez, aunque pudiera decirse que está incluida en lo de que “era de continuo solamente el mal”; sin embargo, no lo creo. Se específica la disolución sexual “tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas”; y el asesinato, “Estos fueron los valientes (violentos).
Sobre el diluvio (antes dije que en hebreo es mabul, cataclismo) se dice que en realidad se dio la inclinación del eje de la tierra, antes no la había, y modificó el ambiente; razón por la cual se le permite al hombre consumir carne. Tal cambio afectó en el sentido que los jugos y bebidas frutales se fermentaran.
Esto último explicaría la embriaguez de Noé. O sea, antes del diluvio las bebidas no fermentaban, y no se conocía la embriaguez; pero a raíz del cambio ambiental ocasionado por el diluvio (inclinación del eje terrestre), si se da lo de la fermentación, de modo que nuestro personaje tomó, como seguramente era su costumbre, jugo de uva añejado, que había fermentado, convirtiéndose en vino embriagador y… las consecuencias son de todos conocidas, se embriagó y su hijo menor lo vio desnudo y se burló de él.

parashat bamidbar.

La Parashah de esta semana lleva por título Bemidbar y puede ser traducido al castellano como En el Desierto, en otras palabras, comenzamos el Cuarto Jhumash;  está  basada  en Bemidbar 1:1-4:20;  por coincidir con Rosh Jhódesh, el Maftir es Números 28:9-15 Haftarah Isaías 66:1-24.

Äliyah haKohén  1:1-19.  Números es el nombre que dieron en castellano a este libro, por los dos censos que se registran en él, el primero en esta porción y el segundo en el capítulo veintiséis.

Äliyah haLeví 1:20-54.  El total de este primer censo fue de seiscientos tres mil quinientos cincuenta.

Äliyah Bené Isra’el 2:1-33. En esta porción se indican los cuatro campamentos en que se dividió el pueblo para marchar por el desierto. El primero comandado por Judá, el del sur lo comandaba Rubén, el del occidente por Efraim y el norte por Dan.

Äliyah Rebiï 3:1-13.  La tribu de Leví es censada aparte, porque ella ocupó el lugar de los primogénitos de todo Isra’el.

Äliyah Jhamishi 3:14-39. Veintidós mil fue el resultado del censo de los levitas de un mes  en adelante.

Äliyah Shishi 3:40-51.  La diferencia de doscientos setenta y tres de los primogénitos fue cubierta por la cancelación de cinco Sheqalim.

Äliyah Shebiï  4:1-20.  El clan de Qehat, de donde saldrían los Kohanim se encargaría del servicio del Mishkán, especialmente lo correspondiente al santísimo.

Maftir Números 28:9-15.  En esta porción se indica la liturgia especial que se realizaba con el inicio del mes.

Haftarah Isaías 66:1-24.  El Nabí’ visualiza la restauración de todas las cosas, lo que conocemos como Reino Mesiánico, tiempo cuando de nuevo lo establecido en la Torah entrará en vigencia, lo cual es el anhelo de todo creyente.

analisis del libro de Apocalipsis (2). Guematría. por el Nasi Malakh Ben Asher (Nelio Finol)

 

Apocalipsis (2).
Guematría. 

La Guematría es una de las técnicas que usa la Qabalah en el estudio de la Torah (los cinco libros de Moisés), que consiste en el valor numérico de las letras en el hebreo, y hacer combinaciones con ellas para identificar mensajes ocultos que se transmiten; pero para ello hay que comenzar por conocer el álef-bet (alfabeto hebreo).
Por supuesto, que unido a esto tenemos que hay ciertos números con un significado qabalístico muy interesante. Así tenemos el número dos, que significa fuerza o valor, por eso, los Dos testigos, de lo cual se especula tanto, por no saber que el autor de Apocalipsis lo que quiere transmitir que el testimonio no se extinguiría, porque quedarían Dos testigos.
El Siete es el número de lo natural, porque se encuentra en la naturaleza: Siete colores del arco iris; Siete cavidades tenemos en la cara: dos ojos, dos orejas, dos fosas nasales y la boca; Siete días tiene la semana: Siete notas musicales; en fin.
Ocho es el número de lo sobrenatural, de donde cada acción divina corresponde a ese número.
En cambio, el Seis, por no llegar siquiera a lo natural, es el número de la imperfección, de lo negativo. Por eso el número del enemigo del pueblo de Di-os es tres veces seis, ¡y cómo se ha especulado con ese famoso número! Todo por desconocer esto.
Diez es el número de la totalidad, por eso en la cultura hebrea para que una ceremonia sea válida se necesita la presencia de diez varones. Ahora, imagínese el número mil, diez al cubo; el reino de Di-os es de mil años.
Doce es el número de la relación con Di-os. Doce tribus de Israel, Doce piedras son el fundamento de la ciudad celestial; al igual que Doce puertas tiene tal ciudad.
El visionario de Patmos era judío, y al transmitir el mensaje que recibió de Di-os, tuvo cuidado de hacerlo bajo esta perspectiva, de donde los legos e ignorantes soldados romanos, al no entender lo que se estaba diciendo, permitirían circular “ese mensaje de locos”.

analisis del libo de apocalipsis por el nasi malakh ben asher finol (nelio finol)

 

Apocalipsis.

Apocalipsis es la palabra griega que significa revelar, y es con la que se nombre el último libro de la Biblia, aunque algunas versiones más fieles al castellano lo titulan Revelación. De tal libro se dice es muy difícil su interpretación, y lo es, porque fue un libro escrito con un pensamiento distinto al del resto de los libros de la Biblia.
Los estudiosos para “solucionar” tal situación dicen que hay la literatura apocalíptica, que floreció en el pueblo judío en tiempos difíciles, cuando entonces se exacerbaba la expectativa mesiánica. Pero en realidad es que ese noble pueblo hizo uso del cuarto nivel del estudio de la Torah, el Sod o Qabalístico, para transmitir el mensaje de esperanza y redención.
Ignorar eso es lo que hace que el Apocalipsis sea un libre enrevesado, pues está escrito desde esa perspectiva, por eso su lenguaje altamente figurado, con guematría y significado esotérico y místico de los colores. Precisamente en Qabalah hay la máxima: “Igual es arriba que abajo”, para significar que lo que pasa en este mundo presente está sucediendo en el mundo superior, y que este puede ser influido por lo que hagamos de este lado.
Fue lo que el maestro Yehoshúä quiso significar cuando dijo: “Lo que atéis en la tierra (mundo presente), será atado en los cielos (mundo superior)” (Mateo 16:19). Sus discípulos entendieron que él les estaba hablando en ese lenguaje.
Entonces, al estudiar este esperanzador libro, hay que deslastrarse de lo que hasta ahora se ha aprendido de él, y comenzar por aprender un poquito el lenguaje de la Qabalah, para poder entender parte de lo que en él se transmite.

Génesis/Bere’shit (9) El Diluvio Universal por el Nasi Malakh Ben Asher Finol (Nelio Finol)

 

Génesis/Bere’shit (9)
El Diluvio Universal.

He aquí otro de los dilemas que enfrentan los incrédulos sobre la veracidad de la Biblia, el de que no fue posible el diluvio universal, sino una gran inundación que hubo en Mesopotamia. Hay varios detalles que se deben tomar en cuenta.
En el relato creacional (Génesis 1:1-2:3) se dice que a las aguas (en hebreo esta palabra siempre es en plural (mayim; o sea, en el idioma original, no es como en castellano que tenemos el singular agua), llamó mares y a lo seco, tierra. En otras palabras, hubo dos grandes bloques de materia, la líquida y la sólida, a esta última muchos la llaman Pangea.
Por otro lado, la descripción bíblica del diluvio, la palabra hebrea es mabul, cuya mejor traducción pudiera ser cataclismo, porque lo fue. Dice la Biblia: “…aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas, y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches” (Génesis 7:11,12). Pareciera que el agua que originalmente había estado en el planeta, volvió a él.
Además, en todas las culturas hay la leyenda de ese cataclismo universal, pareciera que quedó registrado en el ADN cultural de la sociedad humana.
Es curioso también que aquí en Venezuela a las pequeñas embarcaciones con las cuales los aborígenes surcaban los ríos, se les llama canoa. Esa palabra en hebreo es CANOAJ, que significa como Noaj (Noé).
Por lo que concluyo que el diluvio fue universal, pues no existían en aquel momento los continentes, sino uno solo.

Recibir La palabra “Cabalá” en hebreo bíblico significa “recibir.”

Recibir

La palabra “Cabalá” en hebreo bíblico significa “recibir.”

Por Moises Waisberg

En el mundo moderno ha surgido una incansable sed por lo esotérico. Las personas se ven conmovidas y entusiasmadas por aprender más acerca de la sabiduría mística y conocer los secretos ocultos tras la superficie. En este sentido la Cabalá, la disciplina esotérica del judaísmo, ha adquirido gran popularidad en todos los estratos de la sociedad.
Sin embargo, a pesar de la constante búsqueda de esta sabiduría, pocos realmente comprenden cuál es su esencia y verdadero valor:
Nos encontramos celebrando Lag BaOmer, el día en que el máximo exponente de la Cabalá, Rabí Shimon Bar Yojai, autor del sagrado libro del Zohar, abandonó este mundo. Por consiguiente, es un momento ideal para reflexionar en el verdadero significado de la Cabalá.
Para muchos, la palabra “Cabalá” denota “magia”, “misterio”, “misticismo”; sin embargo esas son definiciones superficiales y distorsionadas de la Cabalá. En realidad la palabra “Cabalá” en hebreo bíblico proviene de “Lekabel”, “recibir.” El fundamento primordial de la Cabalá radica en que la persona esté abierta a recibir y aceptar sin juicio o prejuicio alguno cualquier cosa que el Creador hace.
Las personas tenemos nuestras expectativas y queremos que todo suceda de acuerdo a ellas. Un Mekubal es esencialmente un hombre santo, alguien que ha consagrado su existencia a una verdad de carácter absoluto. El Mekubal no vive una vida circunstancial donde cada elemento posee valor de acuerdo a los factores que le rodean; para él la única validez de todo lo que existe es la energía divina que lo crea en cada instante desde la nulidad absoluta.
Mientras que las personas comunes se dedican a criticar la realidad y a luchar contra ella; el Mekubal se entrega a la tarea de desenmascararla, de mirar más profundo. Porque él comprende que todo lo que sucede en el mundo proviene del Creador, y siendo que Él Bendito Sea es la fuente del bien, es obvio que sin importar la realidad aparente, todo lo que ocurre es bueno.
Esta actitud fue personificada ejemplarmente por Rabí Shimon Bar Yojai: el Talmud relata cómo Rabí Shimon tuvo que escapar a una cueva por haber hablado negativamente acerca del gobierno Romano. Mientras otros sabios consideraban los emprendimientos del gobierno dignos de elogio, Rabí Shimon veía claramente que el único impulso detrás de todos sus logros era el ego. En otras palabras: como exponente principal de la Cabalá, Rabí Shimon entendía mejor que nadie que el ser humano debe anular sus expectativas y estereotipos y entregarse completamente a la voluntad y el deseo de su Creador; y por consiguiente él no podía tolerar a aquellos cuyo único incentivo de superarse era su propia expectativa proveniente de su ego.
La vida es impredecible y aquellos que se obsesionan con sus expectativas están destinados a estrellarse con una realidad que desafía sus planes. Quizás la razón de que la Cabalá se haya vuelto tan popular está en que el hombre desea ser feliz y para eso requiere de una visión más interior. En la superficie nos vemos condenados a las circunstancias que nos rodean, pero con la sabiduría mística aprendemos a trascender los valores externos y a observar la esencia divina de cada elemento; así nos damos cuenta de que nada es accidental y que detrás de cada episodio en la vida se esconde un mensaje del Creador, una energía de crecimiento y superación; porque aunque algo aparenta ser malo, “no hay mal que descienda de lo alto;” la razón de que está oscuro no es la falta de luz sino la incapacidad nuestra de identificar la luz.
Si anulamos nuestra percepción y dejamos de juzgar la realidad según nuestras expectativas; si en lugar de enfrentarnos al presente y luchar contra él, tratamos de mirar más profundo y de encontrar el mensaje divino que se oculta en cada situación; entonces aprendemos a recibir. Ese es el mensaje principal de Rabí Shimon Bar Yojai y de la Cabalá.
Constantemente nos quejamos por la manera en que Di-s se comporta; creemos que el hecho de que no sepamos apreciar Su plan indica que Él se equivocó. El mensaje esencial de la Cabalá es que todo lo que el Santo Bendito Sea hace es perfecto, aunque no encaje perfectamente con nuestras expectativas egoístas. Y que si trascendemos las paredes herméticas de nuestra expectativa y observamos más profundo, entonces podemos encontrar la luz oculta en las entrañas de la oscuridad.

https://www.jabadve.com/library/article_cdo/aid/2942783/jewish/Recibir.htm

Génesis/Bere’shit (8) El Pecado. por el Nasi Malakh Ben Asher Finol (Nelio Finol)

 

Génesis/Bere’shit (7)
El Pecado. 

Al iniciar estas presentaciones sobre Génesis o Bere’shit, dije que en él está el inicio de todo como hemos venido desarrollando, pues el inicio del pecado en la raza humana también la tenemos narrada en este libro; pero lo que también es verdad, es que sabemos que existe mas su origen no está claro.
Para muchos la existencia del pecado se originó por la influencia de un algo externo, casi que con esa enseñanza se exonera de culpa al hombre y a la mujer, quienes fueron los que cometieron la infracción. Porque sólo el visionario de Patmos es quien habla de la serpiente antigua y con eso se relaciona al diablo o a el satán como el instigador; sin embargo, siempre he planteado la inquietud de que antes de que el Apocalipsis dijera eso, qué pensaban los autores bíblicos, porque ningún profeta lo indica.
Generalmente se ha enseñado que el primer pecado fue la desobediencia, aunque un grupo religioso piensa que fue la relación sexual y lo llaman pecado original. Sin embargo, creo que en realidad el pecado fue la falta de fe. De hecho, el gran maestro Pablo de Tarso dijo que lo que no es de fe es pecado (Romanos 14:23).
La primera pareja careció de fe en lo que el Creador les dijo y eso los llevó a la desobediencia; pero ojo, fue decisión de ellos como para buscar culpables fuera.

Génesis/Bere’shit (7) La pareja de Caín por el nasi Malakh Ben Asher Finol (Nelio Finol)

 

Génesis/Bere’shit (8)
La pareja de Caín. 

Los adversarios de la Biblia están a la caza de algún “error” para con él atacar la veracidad de ella y su mensaje. Pues bien, la pareja de Caín es uno de los caballos de batallas para ellos, pues si sólo habían nacido Caín y Abel, al asesinar a su hermano, y tener que huir, ¿quién fue su pareja?
Debe decirse que la Biblia es poco dada a los detalles, a menos que sea necesario; en fuera, los pasa por alto para dedicar a lo trascendental e importante. Se indica el nacimiento de Caín y Abel, por lo que luego sucedió con ellos; pero eso no indica que Adam y Eva pararan la reproducción. Hay indicios en el relato genésico de que había más pobladores en la tierra, quienes seguro descendían de la primera pareja.
Primero, el evento del asesinato de Abel fue unos ciento veintiocho años luego de haber nacido Caín, porque en Génesis 5:3 se dice: “Y vivió Adam ciento treinta años y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set”. Y antes dijo: “Y conoció de nuevo Adam a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: porque Di-os, dijo ella, me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín” (4:25). En ese lapso Adam y Eva además del trabajo de cultivar la tierra, estaban cumpliendo el mandamiento de crecer y multiplicar, de modo que la pareja de Caín pudo ser hasta una sobrina.
En segundo lugar, cuando Di-os enfrenta a Caín por lo del asesinato y lo sentencia, este le dice que “alguien lo podría matar” (4:14). El Creador pudo haberle dicho, si es que no había más gente que Adam y Eva, nadie lo podrá hacer, porque no existen. Pero todo lo contrario, le puso una señal para que nadie atentara contra él (4:15).
Además, el relato bíblico dice que Caín “edificó una ciudad, a la cual llamó por el nombre de su hijo” (4:17). Para edificar una ciudad se necesitaban unas cuantas personas, las cuales nacieron entre el lapso del nacimiento de Caín, y la muerte de Abel.
Bueno, algo bueno hay en tales adversarios de la Biblia, que la leen para encontrarle errores. Pero, por favor, no lo hagan con prejuicios.

parahsta Emor

La Parashah de esta semana lleva por título ‘Emor  y puede ser traducido al castellano como Dile, o Habla,  está  basada  en VaYiqra’ 21:1-24:23;  Haftarah Yejhezq’el 44:15-30.

Äliyah haKohén  21:1-15.  Esta porción se encuentra enmarcada en lo que llaman “Código de Santidad”, y ésta está referida específicamente a los Kohanim, quienes debían ser cuidadosos en cumplir los mandamientos del Eterno.

Äliyah haLeví 21:16-22:16.  Aquí HaShem establece que los descendientes de ‘Aharón que tuvieran defectos físicos estaban impedidos a ejercer el sacerdocio. También se habla que la santidad no es algo etéreo, sino muy físico y material.

Äliyah Bené Isra’el 22:17-33. Se reitera el mandamiento de que las ofrendas para el Eterno deben ser sin defecto.

Äliyah Rebiï 23:1-22.  El capítulo veintitrés de VaYiqra’ es sumamente importante, porque en él se mencionan los Moëdim y cómo han de ser guardados o celebrados.

Äliyah Jhamishi 23:23-32. Yom Teruäh (el llamado Rosh haShanah), y Yom haKipurim son tratados en esta porción. Moëdim del séptimo mes.

Äliyah Shishi 23:33-44.  Sukot, o tercer Moëdim estacional, el de otoño es mencionado aquí.

Äliyah Shebiï  24:1-20.  Tres temas son tocados aquí: el aceite para el encendido de la Menorah, los panes de la Presencia y la ejecución del que blasfemó el Nombre.

Maftir 24:21-23.  Se reitera la famosa Ley del Talión, en otras palabras, quien quite la vida a un humano, hay que quitarle la de él.

Haftarah Ezequiel 44:15-30.  El Nabí’ visualiza luego de la reconstrucción del Bet haMiqdash la restauración de la Äbodah de los Kohanim, y se establecen los mismos principios que el Eterno había establecido en la Torah por medio de Mosheh.