Apocalipsis (3)
Los primeros tres versículos.
Los primeros tres versículos.
En los cursos de lectura veloz, y de cómo tener una comprensión rápida de un escrito o libro, se enseña que lo primero o el encabezamiento nos dan indicios claros de lo que se va a tratar. Apocalipsis como tal no es la excepción, de donde los tres primeros versículos nos ayudan a comprender lo que el autor va a transmitir.
“La revelación (Apokálupsis) de Jesucristo, que Di-os le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto…Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía…”.
La primera sentencia nos conduce a la verdad de que Jesucristo NO es Di-os, porque si lo fuera, Di-os no tendría que revelárselas, porque si lo es, lo sabría sin necesidad de que se las revelaran. El autor como buen judío, que cree la unicidad de Di-os es claro al decir esto; pero se ha enseñado otra cosa, y ya ahí se tiene la primera distorsión para entender el mensaje.
La segunda sentencia, “las cosas que deben suceder pronto”. Eso significa que debieron suceder para los días cuando fueron escritas; sin embargo, se enseña que eso es para el final de los días. En otras palabras, ya han transcurrido alrededor de mil novecientos años y las cosas que han de suceder pronto… nada, todavía están en espera.
Lo tercero es un reflejo de lo que era un culto de las congregaciones del primer siglo, y que siguen el modelo judío, uno lee, y los demás escuchan. Ambos reciben bendición, el que lee, porque está transmitiendo el mensaje y lo hace entendible; y los que oyen, porque están atentos para entenderlo y aplicarlo.
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